Analista Jeffrey Radzinsky sostiene que el presidente Pedro Castillo no ha logrado establecer un equipo y tampoco ha consolidado las prioridades en sus primeros días en el poder. Esto se complementa, además, con que sus promesas de campaña no han sido cumplidas.
El presidente Pedro Castillo cumplió este viernes 100 días en el poder. Y desde el 28 de julio, fecha en la que se instaló en Palacio de Gobierno, han pasado una serie de hechos que acentuaron la incertidumbre y alejaron la confianza en el país. La última ha sido, no cabe duda, la casi caída del Gabinete de Mirtha Vásquez por el escándalo del exministro del Interior, Luis Barranzuela, quien terminó renunciando tras conocerse que participó en una reunión social el pasado fin de semana.
En conversación con CARETAS, el consultor y analista político Jeffrey Radzinsky señaló que estos 100 días del nuevo gobierno han estado marcados por tres momentos. «El primero es que se percibe una alta inestabilidad y tensión permanente. Y eso se refleja en la volatilidad de los ministros elegidos en el Ejecutivo. En 100 días ya tenemos dos Consejos de Ministros. En la cartera del Interior, por ejemplo, ya pasaron tres», indicó.
El director del Grupo Fides Perú agrega que, aparte de este panorama, la falta de liderazgo debilita al oficialismo. «No solo el problema es el presidente Castillo, sino sus ministros y voceros partidarios». Sobre esto último, Radzinsky se refiere a que la bancada de Perú Libre, desde que se instaló en el Congreso, tuvo hasta tres voceros diferentes.
.
De otro lado, Radzinsky apunta que nunca se había visto un Gobierno con tal alta desaprobación, en poco tiempo, en los últimos 30 años. «Podríamos remontar este contexto al de 1990 durante los primeros días de Gobierno de Fujimori».
Mirtha Vásquez y Perú Libre
Ayer, con 68 votos a favor, 56 en contra y una abstención, el Gabinete de Mirtha Vásquez obtuvo el voto de confianza por parte del Congreso de la República. Al respecto, el director del Grupo Fides Perú sostiene que Vásquez ha tenido dos aciertos para marcar su propio perfil dentro del Ejecutivo.
La primera tiene que ver con que no tranzó con personajes cuestionados como el exministro Luis Barranzuela, quien, por poco, casi provoca su salida de la PCM. Y el segundo es que ha demostrado una manera distinta de manejar el cargo a diferencia de Guido Bellido, quien, para Radzinsky, lideró un «Gabinete pésimo y se perdieron dos meses».
Sin embargo, el analista político agregó que Vásquez aún tiene que resolver un problema urgente dentro del Ejecutivo. Esto es zanjar con personajes cuestionados como el ministro de Transportes, Juan Silva, quien pretende petardear la reforma de transporte. «La tarea que tiene la primera ministra es remover a gente sin experiencia alguna que ocupa un cargo dentro del Gobierno. Después que supere esto, debe enfocar en establecer una agenda para reactivar el país», menciona.
Radzinsky también se refirió a la división de la bancada de Perú Libre. Como se sabe, en la votación de ayer, 16 parlamentarios no respaldaron al Gabinete Vásquez. En su mayoría eran integrantes de la facción ultraradical ligada al sentenciado exgobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón, quien le ha declarado la guerra al Gobierno.
«Con lo ocurrido ayer se muestra muy evidente las fracturas dentro de la bancada entre el ala cerronista, magisterial y un tercer grupo que, creo yo, no están alineados ni para Cerrón ni Castillo. Son como una suerte de bisagra», analiza Radzinsky.
Para el analista, si Perú Libre llega a dividirse, va a resultar un problema para el presidente Castillo debido a que ya no tendrá una bancada numerosa con la cual pueda trabajar desde el Legislativo y defenderse de posibles interpelaciones y censuras contra los ministros de su gestión por parte de la oposición a la que, por cierto, Radzinsky señala como carente de un líder natural.
Promesas de cristal
Más allá de las responsabilidad del presidente Castillo por los primeros 100 días de gestión, un punto transcendental es saber si cumplió o no con lo establecido en el plan de gobierno llamado “Perú al Bicentenario-Sin corrupción”, el cual presentó durante la segunda vuelta y sería la hoja de ruta de estos primeros meses.
El primer tema del documento está relacionado a la lucha contra la pandemia. El presidente Castillo planteó crear un Comando Nacional Unificado de Lucha, presidido por el Ministerio de Salud e integrado por colegios profesionales, trabajadores de salud, facultades de medicina y autoridades regionales y municipales.
Adicionalmente, el entonces candidato de Perú Libre propuso desarrollar la telemedicina y apoyar a las familias con la distribución periódica y descentralizada de 20 millones de mascarillas, entre otros implementos, así como la adquisición de 100 plantas y 200 tanques criogénicos para garantizar que a nadie le falte oxígeno.
Promesas que solo quedan en el papel. ¿Será así hasta el 2026?
Sin embargo, de estas propuestas, el Gobierno solo ha cumplido con avanzar con la vacunación de la población que, hasta el momento, se sitúa en 60% de inmunizada.
¿Estas medidas fueron cumplidas? No.
Otras medidas, urgentes y necesarias, tenían como objetivo reactivar la economía mediante el fomento de la inversión privada para generar empleo, fortalecer el rol regulador del Estado en monopolios y oligopolios, brindar acceso a créditos para el sector agricultura y la Pymes a través del Banco de la Nación, además del subsidió temporal de servicios de agua, electricidad e internet.
El mandatario también se comprometió a mejorar la presión tributaria desde el primer día de gestión, renegociar contratos de estabilidad tributaria con las grandes empresas y crear un nuevo impuesto a las sobreganancias mediante un “Diálogo Nacional Descentralizado”.
Otra promesa que Castillo planteó en plan de gobierno fue realizar una segunda reforma agraria, la cual anunció el pasado 3 de octubre junto al entonces premier Guido Bellido y el titular de Desarrollo Agrario, Víctor Mayta. Desde la fecha del lanzamiento de esta propuesta hasta hoy, por el Congreso no ha pasado ningún proyecto de ley para que sea discutido.
¿Esta medida fue cumplida? Nada.
De otro lado, el mandatario dijo que relanzaría la construcción del Gasoducto Sur Peruano y que construiría una «Red Nacional de Gasoductos” que fortalecerá la gestión de la empresa pública. Sin embargo, hasta el momento, el Ejecutivo solo ha iniciado un diálogo —con bastantes contradicciones— con el consorcio Gasoducto Sur para una renegociación del contrato de explotación de ese recurso.
¿Estas medidas fueron cumplidas? Menos.
Gas para todos y retorno a las clases. Ni uno ni lo otro.
Igualmente, Castillo contemplaba priorizar el “retorno seguro y oportuno a la educación presencial”, que implicaba priorizar la vacunación de los docentes, optimización de las infraestructuras en centros educativos, así como la entrega de mascarillas y alcohol a los estudiantes. Sin embargo, el Gobierno ha dicho que las clases presenciales volverán en marzo de 2022, lo cual significa que los niños del Perú siguen alejados de las aulas por más de 600 días.
¿Estas medidas fueron cumplidas? Tampoco.
Según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), el presidente Pedro Castillo tiene 35% de aprobación. Una cifra que debería preocuparle más aún que no llega ni al año de gestión. (Caretas).