Las secuelas del Covid-19 con Ómicron podrían ser más graves de los síntomas con los que cursa la enfermedad, puesto que los últimos estudios han descubierto un incremento de casos de covid-19 persistente entre los infectados con esta última variante del coronavirus.
Y el covid persistente no es ninguna broma; de hecho, ya ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad que es más común de lo que parece, puesto que se estima que 4 de cada 10 personas que se han contagiado de coronavirus sufren o sufrirán covid prolongado.
El covid-19 persistente puede, como ocurre con la infección del virus, cursar de manera leve o grave. Las formas más preocupantes de esta enfermedad pueden ocasionar daños en varios órganos como los pulmones, el corazón, los riñones e, incluso, provocar enfermedades autoinmunes.
Asimismo, las secuelas del covid y más concretamente de Ómicron, el covid prolongando, puede generar también trastornos de salud mental al desencadenar problemas de memoria y desajustes cognitivos.
En concreto, algunas de estas secuelas, además de los ya mencionados daños en pulmones, riñones, corazón, sistema inmune y salud mental, también se han registrado (de manera más habitual debido a que son cuestiones menos graves) problemas como:
- falta de aire
- debilidad muscular
- confusión mental
- fatiga extrema (El Popular).