El presidente de la Cámara Regional de Turismo de Amazonas, Jeff Contreras Soto, reveló que el sector perderá más de 5 millones de soles durante la Semana Santa, tras el derrumbe y cierre de la fortaleza de Kuélap ocurrido el último domingo.

“Desde el lunes que se paralizaron las actividades en Kuélap y es casi un hecho de que en Semana Santa no funcione, las pérdidas que hemos cuantificado ascienden a poco más de 5 millones de soles que iba a ver movimiento por estos días, son pérdidas muy grandes”, declaró Contreras a este Diario.

Contreras agregó que durante estos días por Semana Santa se esperaba una campaña muy fuerte, sobre todo porque el sector venía muy afectado a raíz de la pandemia. “Había mucha proyección para ventas de paquetes turísticos y restaurantes que habían contratado personal adicional”, precisó.

El funcionario también informó que los artesanos sufrirán fuertes pérdidas económicas, debido a que invirtieron una suma adicional de dinero para las ventas en estas fechas por Semana Santa.

“Entre el 70% a 80% de reservas que habían (en negocios aledaños a Kuélap) para visitantes han sido cancelados. Los viajeros buscan alternativas y han cancelado sus viajes. Es muy grave”, acotó.

¿Qué pasó en Kuélap?

El 10 de abril ocurrió un derrumbe en uno de los muros del sitio arqueológico de Kuélap, principal atractivo turístico de la región. De acuerdo con el Ministerio de Cultura, el área materia de colapso corresponde a 15 metros de largo, 12 metros de altura y una profundidad de 5 metros aproximadamente.

El derrumbe se produjo debido a las intensas lluvias y por el descuido del Mincul, lo que ya se había alertado meses atrás. “El muro de la fortaleza se ha caído, se ha destruido. Este último domingo por efecto de la lluvia y por el olvido del Ministerio de Cultura, que no actuó a tiempo, prácticamente colapsó la parte sur del muro de la fortaleza”, lamentó el pasado lunes Óscar Altamirano, gobernador de Amazonas. (Diario Ojo).

Estaba en emergencia, pero no se hizo nada para impedir derrumbes

El ministro de Cultura, Alejandro Salas, ha sorprendido con una lacónica y decepcionante declaración, al decir que el derrumbe de dos muros de piedras, uno de ellos de 19 metros de largo, de la Fortaleza precolombia de Kuélap no ha sorprendido a nadie.

Sus declaraciones han suscitado una decepción general porque en efecto, se sabía que el sitio había sido declarado en emergencia desde hace tres meses, pero su gestión en este lapso no hizo absolutamente nada para conjurar e impedir la desgracia.

El derrumbe del muro perimétrico, acelerado por las intensas torrenciales lluvias que caen en la región y por la falta de ductos de evacuación de las aguas de las lluvias, ha echado por tierra un monumento que está declarado Patrimonio Cultural de la Nación y que está estaba postulado para ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, donde figura inscrita en una Lista Indicativa para su futuro nominación, que se iba a producir en cuestión de meses.

Declaratoria de emergencia

A Salas, que se encuentra desde ayer en Luya, sede del sitio de Kuélap, localizado en la jurisdicción del distrito de Tingo, le correspondió aprobar con fecha 11 de febrero, a 10 días de haber asumido el cargo, la declaratoria de emergencia del sitio.

Sin prever que 3 meses después, el domingo 10 a las 5.l0 de la tarde se produjera el primer derrumbe de un muro perimétrico de piedras de 19 metros de extensión y al día siguiente de otro muro, del cual no se ha hecho la medición del daño.

La declaración de emergencia fue emitida a través de la resolución 000040-2022-VMPCIC/, suscrita por Sonaly Tuesta, exviceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, la misma que fue obligada a renunciar hace seis días, por haber rechazado la desafortunada declaración del premier Anibal Torres, de elogiar las obras viales del gobierno de Adolf Hitler.

Promesas vanas

El ministro Salas, con motivo de la promulgación de la resolución, ofreció que “se realizarán todas las gestiones a fin de priorizar acciones inmediatas para preservar el estado de conservación del complejo, articulando con el gobierno regional y local, además de involucrar a la academia”.

Pero, no movió un solo dedo para apurar medidas de contención ante anunciados inminentes derrumbes hechos desde hace al menos cinco años por técnicos y pobladores de la región.

El abandono de Kuélap por parte del actual gobierno es el mismo que han prodigada todos los gobiernos anteriores, desde Fujimori, pasando por los de Toledo, los dos gobiernos de García, Humala, Vizcarra y Sagasti, a pesar de que era público que los muros enfrentaban el peligro de desplomarse desde el año 1958, fecha en que los pobladores pidieron por escrito la intervención del Estado para salvar el yacimiento.

Demanda regional

El gobernador regional de Amazonas, Óscar Altamirano Quispe, con bastante retardo, recién ayer salió al fresco para demandar la inmediata intervención de especialistas porque a los desprendimientos ocurridos en los días domingo 10 y lunes, se suman otros 11 puntos que están en riesgo de colapsar.

Para evitar que ocurra lo de siempre, que venga una comisión de Lima y luego se de la media vuelta sin reportar sus evaluaciones a las autoridades locales, Altamirano Quispe demandó que se conforme una comisión de alto nivel que incluyan a funcionarios de la región y de la zona que están vinculados al monumento que es patrimonio cultural de la nación.

Informó que con motivo del derrumbe ha enviado cartas  al presidente de la República, Pedro Castillo; al presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres; y al ministro de Cultura, Alejandro Salas, solicitando la conformación del citado grupo de trabajo ante el colapso de un sector de la muralla sur del complejo arqueológico de Kuélap.

A su criterio la mencionada comisión estaría conformada con los titulares de las carteras ministeriales de Cultura, Economía y Finanzas y Comercio Exterior y Turismo, así como del Gobierno Regional Amazonas para la creación de la Unidad Ejecutora Proyecto Especial Kuélap.

Esfuerzos fallidos

Altamirano destacó que desde los años 2011 al 2016 no se realizó ninguna intervención para su conservación. Desde el 2016 hasta octubre del año 2020, se puso en marcha el Plan Copesco Nacional que trabajó sin éxito por constantes paralizaciones, trabajos anti técnicos”.

A esta morosidad, añadió, el Plan Copesco contrató una empresa para realizar los trabajos, que no cumplió con los trabajos, lo que dio lugar a la rescisión contrato y ahí quedó todo”.

La autoridad cree que se podría seguir promoviendo la visita de turistas por una ruta alterna que sería LA Malca-Vía camino de Herradura hasta la parte baja del monumento de Kuélap o Nogalcucho-sector Las Tizas-Kuélap, pero eso lo decidirán las autoridades del gobierno central. (La Razón).

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