Durante su presentación ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, Yenifer Paredes negó haber desarrollado tráfico de influencias con su trabajo en distritos de Cajamarca, y afirmó que el Presidente de la República no conocía de sus actividades.

De igual manera señaló que las reuniones que sostuvo en Palacio de Gobierno con el empresario Johnny Espino, no se efectuaron en el despacho de su hermana y quien la crió como una hija, Lilia Paredes, primera dama de la Nación.

Precisó, asimismo, que al residir ella en Cajamarca, y no conocer a nadie en Lima, cuando venía a la capital se quedaba en la sede del Poder Ejecutivo o en la casa de un familiar en el distrito de Chorrillos.

Paredes señaló que trabajó para la empresa constructora de Espino de agosto a octubre del año pasado. Indicó que se encargaba de elaborar el aspecto social de los expedientes técnicos de las obras proyectadas.

Manifestó que su vínculo laboral con dicha entidad se sostenía en un “contrato verbal” y que ganaba mensualmente 1,500 soles. Señaló que solo se encargó de realizar empadronamiento entre la población con miras a proyectos de saneamiento en Cajamarca, y no sobre otros temas o en otras regiones.

Respecto al audio difundido en un programa periodístico indicó que en este ella menciona el término “Gobierno Central”, refiriéndose a una dependencia del Ministerio de Vivienda en Cajamarca, y no a la Presidencia.

Cuestionamientos a la sesión

La presentación de Paredes –quien asistió a la Comisión de Fiscalización con su abogado, José Dionisio– se vio interrumpida cuando el congresista Alex Paredes (BM) planteó una cuestión de orden. Esta consistía en culminar la sesión, por considerar que, al haber culminado la legislatura ordinaria, el grupo legislativo ya no podía desarrollar actividades ordinarias.

En tal sentido, Paredes manifestó que la sesión era “ilegal”. El presidente de la Comisión, Héctor Ventura (FP), señaló que las comisiones eran autónomas y que sus funciones se mantenían hasta el final de la legislatura.

Por último, la cuestión de orden fue desestimada con nueve votos, pronunciándose a favor de ella seis parlamentarios y absteniéndose uno.

Al final de la sesión, Ventura hizo un recuento de las actividades desarrolladas por la comisión a su cargo, poniendo luego punto final a ellas. (Andina).

 

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