Rospigliosi ha tenido una sinuosa carrera política. No ha sido muy adepto a la lealtad partidaria. Un hombre venido de las canteras de la izquierda luego apareció cómo ministro del procesado Alejandro Toledo, hoy preso. Su ejercicio cómo Ministro del Interior fue por decirlo menos, accidentado. Tiempo después apareció junto a PPK al inicio de su campaña presidencial, para en la última elección aparecer de candidato al congreso de Keiko Fujimori, obteniendo una votación bastante baja a juzgar por su exposición mediática, siendo superado por gente más joven y dinámica cómo Rosa Ángela Barbarán, Patricia Juárez, entre otros.

En el APRA le hemos tenido respeto y simpatía por su lucha contra los excesos de Vizcarra y posteriormente contra los planes de Castillo. Aunque desde antes, fue invitado a hablar en eventos apristas, en dónde lo hemos recibido con fraternidad y amplitud. Participó de exposiciones en la Comisión de Plan de Gobierno del APRA, dirigida por Del Castillo en 2015. También en el Instituto de Gobierno de la USMP, dirigido por AGP. Incluso recuerdo una reunión que sostuvimos un grupo de jóvenes apristas con Alan García en dónde el ex Presidente nos dijo: “Rospigliosi está en la línea democrática. Sería un gran parlamentario”. Las nuevas promociones de la estrella no tenemos nada personal contra él.

Por eso hoy veo con sorpresa como sin informarse de lo que vivimos a la interna del Partido nos quiera dar lecciones, afirmando que el cambio generacional del APRA puede estar marcado por “niños”, como ocurre en Acción Popular. Nada más alejado de la realidad, ya que es conocido el espíritu de rebeldía de los cuadros apristas frente al poder. Probado contra todos los autoritarios a lo largo de la historia y los malos y corruptos gobiernos, cómo el de Toledo al que él sirvió. Ningún aprista de la nueva ola dirigencial y activista estaría en complot con malos gobiernos, menos sosteniendo administraciones radicales cómo la de Castillo o decadentes cómo la de Boluarte.

Su análisis es equivocado señor Rospigliosi. En el APRA estamos afirmando una renovación que pasa por ideas, por esquemas programáticos cómo la “agenda social”, por la oportunidad de gente nueva en la conducción de los Comités partidarios de todo el país y obviamente por nuevos voceros que van apareciendo de a pocos. Naturalmente hay algunas resistencias y escaramuzas internas, es natural en un Partido grande como el APRA. Siempre procesamos las contradicciones internas y al final de cada disputa salimos fortalecidos y en unidad. Esa es nuestra marca histórica. Por eso hace usted mal en tomar partido contra lo nuevo en el APRA. Debería conocer a las nuevas expresiones y darse cuenta de su predicamento. No somos “niños”, somos juventud profesional con ideas de cambio social, liderazgos que emergen de las regiones y las provincias también porque el PAP es una construcción heroica fundamentalmente popular, juvenil y provinciana.

Petardear tan ligeramente el proceso de renovación, que va más allá de Belén García, del APRA es irresponsable y solo da cuenta de que los que le informan tan erradamente del panorama que se vive al interior de la estrella deben ser quinta columnas o Anti apristas.

El respeto por la experiencia también está presente en las nuevas corrientes. Valoramos mucho a muchos de los líderes y representantes de los lustros pasados cómo Luis Negreiros, Luis Gonzáles Posada, Hernán Garrido Lecca, Jorge Villasante, Moisés Tambini, Germán Peralta, Grover Pango, Carlos Roca, entre varios más. Otros pocos, entenderán poco a poco que su valor ahora está más en la asesoría que en insistir en ser los rostros del partido de Haya de la Torre.

Más respeto por el APRA don Fernando.

Por: César Rodríguez Arce

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