Los tres vicepresidentes del Congreso, Arturo Alegría (Fuerza Popular), Waldemar Cerrón (Perú Libre) y Rosselli Amuruz (Avanza País), cuentan cada uno con ocho suboficiales de la Policía Nacional del Perú (PNP) encargados de resguardarlos, pese a que una directiva aprobada por el Ministerio del Interior establece que les corresponden seis.
Los efectivos policiales trabajan en la modalidad de 24 x 24; es decir, Alegría, Cerrón y Amuruz son protegidos por cuatro suboficiales por día en lugar de tres.
Los vicepresidentes del Parlamento gozan de resguardo policial “excepcional” por decisión de la Dirección de Seguridad del Estado de la PNP. Esa dirección está autorizada a incrementar el servicio de seguridad a funcionarios, dignatarios o personalidades “por su condición, riesgo o circunstancia de coyuntura”, como señala la misma directiva.
La PNP dijo a El Comercio que el resguardo excepcional se basa en informes de evaluación de riesgos y vulnerabilidades. Añadió – al ser consultada por el caso de Amuruz – que la protección excepcional es “reevaluada cada tres meses” para determinar si continúa o concluye.
“[…] El director de Seguridad del Estado PNP, de oficio o a solicitud de la persona protegida, puede disponer el incremento del servicio de seguridad y protección sin desnaturalizar la modalidad del servicio que le corresponda, con los respectivos recursos logísticos”, precisó.
En el caso de Amuruz, no solo cuenta con resguardo excepcional, sino que también solicitó la designación de suboficiales elegidos por ella, como revelamos el lunes pasado.
Solo un día después de asumir la tercera vicepresidencia del Congreso, la legisladora envió un oficio a la PNP con la lista de escoltas de su preferencia. La institución le designó a cinco de sus requeridos, más otros tres.
En tanto, Arturo Alegría dijo a El Comercio que “heredó” el resguardo policial que tuvo el fallecido Hernando Guerra García, a quien sucedió como primer vicepresidente del Congreso en octubre pasado.
Alegría pidió a la PNP mantener a los dos suboficiales que lo venían resguardando, y a ellos se sumaron otros seis, precisó.
La protección privilegiada que reciben los vicepresidentes del Parlamento se da en un contexto de incremento en la inseguridad ciudadana.
En promedio, en las comisarías peruanas hay un policía por cada 600 habitantes, según un análisis realizado por este Diario.
En contraste, más de 270 efectivos están asignados al resguardo de los 130 parlamentarios.
Solo el presidente del Congreso, Alejandro Soto, cuenta con 16 efectivos para su resguardo; es decir, ocho por día. En su caso, esa cantidad es la misma dispuesta en la directiva aprobada por el Ministerio del Interior.
Este Diario intentó comunicarse con Cerrón Rojas y Amuruz, pero no respondieron a nuestras llamadas ni mensajes.
Se mantiene la excepción
Los anteriores miembros de la Mesa Directiva del Congreso también han contado con resguardo “excepcional”. Así lo confirman los partes diarios del Departamento de Seguridad de Congresistas que entregó la PNP a este Diario tras una resolución del Tribunal de Transparencia.
La legisladora María del Carmen Alva tuvo asignados a 24 efectivos (12 por día) en julio del 2022, el último mes que ejerció como presidenta del Congreso. No obstante, la directiva del Ministerio del Interior que se encontraba vigente establecía que le correspondían 18.
El resguardo a Alva consideraba tres suboficiales para seguridad domiciliaria, un chofer, dos motociclistas y seis para su protección personal por día. En tanto, la legisladora Lady Camones, entonces primera vicepresidenta del Parlamento, contaba con ocho suboficiales.
En el mismo mes, el segundo y la tercera vicepresidenta del Congreso, Enrique Wong y Patricia Chirinos, tenían asignados a ocho y 10 escoltas, respectivamente.
En comunicación con El Comercio, Alva señaló que se le incrementó la seguridad porque recibía amenazas. “Me mandaron chats, la coyuntura era terrible, vinieron a mi casa dos veces a gritar […] Yo tenía que cambiar de ruta. Durante el gobierno de Pedro Castillo fue terrible. Ahora la coyuntura es distinta”, manifestó.
Postura
El general PNP en retiro Eduardo Pérez Rocha, exdirector de la Policía Nacional, consideró que debe “racionarse” el uso de efectivos destinado al resguardo de autoridades.
“Nos están faltando 50 mil efectivos policiales. Debería ya de racionarse la directiva. En el caso del Congreso, este tiene una cantidad tremenda de presupuesto, entonces que contrate personal de seguridad privada”, dijo a El Comercio.
Pérez Rocha añadió que los presidentes salientes del Congreso también mantienen varios efectivos para su resguardo.
Los partes diarios del Departamento de Seguridad de Congresistas confirman esa información. Al menos hasta agosto pasado, María del Carmen y José Williams Zapata (Avanza País) contaba con cuatro escoltas cada uno.
Por: Martín Calderón