Un estudiante del colegio “Ignacio Merino”, en Talara, captó la atención nacional al dirigir un emotivo y contundente discurso frente a la presidenta de la República, Dina Boluarte, durante la ceremonia de inauguración de la renovada infraestructura educativa.
El menor, en su calidad de alcalde escolar, sorprendió a la mandataria al pedirle un Gobierno que “esté a la altura de los sueños” de miles de jóvenes peruanos.
El estudiante tomó la palabra en nombre de toda la población estudiantil del colegio piurano y no dudó en expresar su preocupación por la actual situación del Perú.
“Sabemos su gran compromiso que ha tenido al estar aquí, la verdad, pero no podemos ignorar la creciente desconfianza que genera la política actual. Por eso, la juventud del colegio Ignacio Merino alza su voz, no para criticar sin razón, sino para exigir reflexión y acción”, afirmó.
Con tono sereno pero firme, el menor reconoció el esfuerzo del Ejecutivo por concretar la obra en su institución, aunque también advirtió que eso no bastaba para ignorar la realidad que enfrentan miles de estudiantes en el país.
“En Talara se honra la verdad, la misma que nos hace ver los persistentes problemas que vivimos”, agregó, sin dejar de lado la expectativa que recae sobre los líderes nacionales.
El llamado de atención no solo dirigió sus palabras a Boluarte, sino también al ministro de Educación, Morgan Quero, quien lo escuchó con semblante serio desde el estrado. El joven enfatizó que los estudiantes no buscan confrontar, sino ser escuchados con seriedad.
El mensaje sorprendió visiblemente a Dina Boluarte, quien optó por sonreír nerviosamente y tomar sus manos durante la intervención del menor. Al finalizar, la presidenta se acercó para estrecharle la mano y brindarle un breve abrazo, aunque sus palabras posteriores se mantuvieron fuera del alcance del micrófono.
“Es hora de un verdadero cambio, de un compromiso real con las necesidades de nuestro pueblo. La juventud peruana espera con esperanzas y exigencias un Gobierno a la altura de nuestros sueños”, concluyó el estudiante, dejando un eco de reflexión en los asistentes.
Por Fabrizio Morán