El sábado 20 fue Alfonso López Chau, previsible postulante presidencial con Ahora Nación. Esta vez fue Ricardo Belmont, eterno candidato a la casa de Pizarro, quien creyó que podía capitalizar la Marcha de la Generación Z como si se tratara de un trampolín de campaña.

La noche del sábado, en la intersección de Abancay con Colmena y bajo la mirada de la Corte Superior de Justicia, Belmont intentó irrumpir en la protesta juvenil para lanzar un discurso. 

No reparó en que la movilización no buscaba caudillos ni viejos discursos, sino un espacio autónomo y sin direccionamiento político.

Su presencia desató de inmediato el rechazo. Entre gritos, empujones y un proyectil que incluso le rozó la cabeza, fue obligado a abandonar la concentración. 

El episodio, lejos de darle visibilidad, acabó por sellar su incomodidad frente a una generación que no lo reconoce como parte de su causa.

En otro momento de la marcha, en la Plaza San Martín, se dejó ver la excandidata al Congreso Gahela Cari, militante de Nuevo Perú. 

A diferencia de Belmont, a ella los jóvenes sí le permitieron presenciar cómo un grupo de manifestantes provocaba destrozos e intentaba avanzar por el jirón de la Unión. La Policía respondió con gases lacrimógenos y balines para contenerlos.

EL PATRÓN SE REPITE

El caso recuerda a lo ocurrido la semana pasada. El sábado 20 y domingo 21, Perú21 informó que al menos cinco políticos y una ONG buscaron treparse a la movilización. Algunos se mostraron en las calles, otros prefirieron hacerlo solo desde las redes. Como se adelantó, tanto políticos como organizaciones tuvieron una participación activa en la segunda marcha de la Generación Z.

Ese mismo sábado 20, Alfonso López Chau, casi seguro candidato presidencial de Ahora Nación, vivió su propio traspié en la Plaza San Martín, epicentro de la concentración juvenil. Videos difundidos en redes sociales mostraron el instante en que él y su portátil fueron encarados por manifestantes que lo instaron a retirarse. Decidió quedarse, corriendo el riesgo de ser agredido, e incluso alcanzó a pronunciar un breve discurso ante sus seguidores.

Otro probable candidato presidencial que se dejó ver en la plaza fue Yonhy Lescano, de Cooperación Popular, aunque su postulación aún no está definida. 

En cambio, algunos prefirieron una participación virtual. El precandidato de la alianza Venceremos, Vicente Alanoca —militante de Nuevo Perú— y el expresidente Martín Vizcarra, que será usado como locomotora electoral de su hermano Mario, limitaron su respaldo a mensajes en redes sociales.

También la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) intervino, ofreciendo un número para la atención de detenidos. Sin embargo, como informó este diario, varios manifestantes atacaron a la Policía, dejando 12 efectivos heridos por fragmentos de losetas lanzados como proyectiles.

Sin embargo, también hubo exceso policial: 25 jóvenes heridos.

El último fin de semana, el expresidente Manuel Merino publicó en Instagram una fotografía junto a Wildar Lozano, uno de los voceros de la marcha, donde ambos aparecen con la polémica bandera de One Piece, símbolo que, según especialistas, podría incitar a la violencia.

Por su parte, la congresista del Bloque Democrático Popular, Ruth Luque, salió en defensa de los jóvenes que ingresaron al Centro Cívico el último domingo.

Esta tarde también habrá otra marcha. Y lo que ya parece seguro es que volverán a aparecer políticos tratando de colarse. Pero cada intento confirma lo mismo: serán rechazados.

Por: Juan Carlos Chamorro

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