La visita de Phillip Butters a Puno generó un fuerte rechazo entre los pobladores y organizaciones sociales de la región. El comentarista, conocido por sus expresiones ofensivas hacia las víctimas de la represión policial, fue increpado por ciudadanos en Juliaca cuando intentaba participar en una actividad radial. La indignación creció al recordarse sus comentarios en los que justificó la violencia durante las protestas de diciembre de 2022 y enero de 2023, donde murieron 18 personas solo en esa ciudad. Ante el tenso ambiente, Butters tuvo que ser retirado del lugar con resguardo policial. En videos difundidos en redes sociales, se observa a los manifestantes lanzándole agua y exigiendo su salida inmediata. Los efectivos usaron escudos para protegerlo mientras abandonaba el local. La situación reflejó el repudio generalizado hacia el comunicador, cuya presencia fue considerada una provocación en una de las regiones más golpeadas por la violencia estatal.
Tras tomar conocimiento que en los exteriores de la radio La Decana las personas expresaban su rechazo, el comentarista se refugió en una oficina, donde permaneció alrededor de dos horas sin brindar declaraciones a la prensa local que se encontraba en el interior. Los periodistas que intentaron obtener su versión informaron que Butters evitó todo contacto con los medios y abandonó el recinto custodiado por la Policía. El rechazo hacia Phillip Butters en Puno tiene un trasfondo profundo. Durante las protestas de diciembre de 2022 y enero de 2023, el conductor realizó comentarios en los que culpaba a los manifestantes de sus propias muertes y los calificaba de terroristas, mientras defendía la actuación PNP, pese a los informes que señalaban un uso desproporcionado de la fuerza. Para la población puneña, su presencia representa una falta de respeto a la memoria de quienes perdieron la vida en defensa de sus derechos.
Phillip Butters buscó justificar sus expresiones contra manifestantes durante entrevista en radio La Decana
Momentos antes de su abrupta salida de la sede de radio La Decana, Phillip Butters justificó sus expresiones contra los manifestantes de las protestas de 2022 y 2023 en el sur del país, señalando que estuvieron marcadas por la presencia de infiltrados que promovieron la violencia, lo que, según él, impidió que las movilizaciones fueran pacíficas.
Aunque reconoció que las muertes registradas en Juliaca y otras regiones deben ser investigadas y que las autoridades del Gobierno, incluida Dina Boluarte, podrían enfrentar responsabilidades, también insistió en que existieron manifestantes que cometieron actos subversivos y que debían ser sancionados.
«Desgraciadamente, lo que sucedió en las protestas es que hubo infiltrados que generaron una violencia absolutamente absurda (…) Cuando pasa esta desgracia (marchas de 2022 y 2023), esta señora había despedido al jefe del servicio de inteligencia (…) Hubieran sido, por último, protestas absolutamente normales, pero no lo fueron (…) las 18 personas están muertas y eso es algo definitivo () Tema por lo cual la señora va a tener que ser juzgada en su momento, ella, Otárola y los que comandaron esta barbaridad. Pero esto no quiere decir que uno pueda generalizar a todos los policías, como uno no puede generalizar a todos los protestantes, manifestantes y hay gente que sí hizo actos subversivos, y esa gente también tiene que ser juzgada», dijo.
Ante las críticas por haber dicho anteriormente “¿por qué no les meten bala en la cabeza?” en referencia a manifestantes, Phillip Butters intentó justificar sus palabras afirmando que ese comentario no se refería a las protestas ocurridas en Puno, sino a movilizaciones desarrolladas en Lima. Señaló que sus expresiones habían sido sacadas de contexto y que su intención no era aludir a los ciudadanos puneños ni a las víctimas de Juliaca. «El audio que están sacando es con respecto a una protesta que fue en Lima (…) Son protestas en Lima, no se refieren a las de acá (Puno)«, comentó.
Por: Ariadna Yaya