Un accidente cerebrovascular (ACV) o derrame cerebral ocurre cuando el flujo sanguíneo no llega al cerebro y entonces las neuronas mueren de manera irreversible. Por ello es considerada la primera causa de discapacidad en el mundo y la segunda en mortalidad.
De acuerdo con la doctora Marla Gallo, neuróloga intervencionista y coordinadora de la Unidad de Ictus de la clínica Ricardo Palma, las cifras sobre casos de infarto cerebral en el mundo son alarmantes: una de cada cuatro personas puede sufrir este problema.
En general, esta afección se asocia a personas mayores de 65 años, pero eso no significa que pacientes jóvenes no puedan sufrir un infarto cerebral, ya que también dependerá de la salud y el estilo de vida que tengan.
“El infarto cerebral, también conocido como derrame cerebral o ACV, ocurre cuando una parte del cerebro se queda sin un aporte de sangre, entonces no llega al flujo sanguíneo hacia el cerebro y esa parte afectada muere de forma irreversible”, detalló en el programa Andina al Día por Andina Canal Online.
Asimismo, señaló que por cada minuto que pasa una persona sin un aporte adecuado de sangre al cerebro, mueren 2 millones de neuronas de forma irreversible. Por esa razón, es muy importante reconocer los síntomas rápidamente para que el paciente reciba un tratamiento precoz.
Síntomas y tratamiento
La parálisis o asimetría facial de la cara, parálisis de la mitad del cuerpo o alteración del lenguaje son los tres síntomas principales que permitirán identificar si una persona está sufriendo o sufrirá un infarto cerebral.
Gallo indicó que la alteración del lenguaje se manifiesta cuando el paciente tiene dificultades para pronunciar bien las palabras, no entiende lo que dicen otros o no puede expresar de forma adecuada sus pensamientos.
Si yo tengo un familiar con uno de estos tres síntomas, hay una alta posibilidad de estar sufriendo un infarto cerebral, por lo que debo acudir rápidamente a un centro especializado para recibir un tratamiento integral.
“Si veo que una persona tiene asimetría de un lado de la cara, debilidad del brazo o de la pierna, no puede caminar, no puede levantar su taza al desayunar o tiene alteración para poder expresarse o comprender. Entonces, tengo que alarmarme y llevarlo rápidamente a un centro de salud”, añadió.
El paciente que ha sufrido un infarto cerebral debe ser atendido durante las primeras cuatro horas y media de presentar los primeros signos, a fin de reducir el riesgo de mortalidad y de secuelas.
“Para el tratamiento hay un periodo de atención hasta las 24 horas; pero entre más precoz llegue el paciente al centro de salud, tiene más posibilidad de una rehabilitación y recuperación exitosa”, precisó.
Factores de riesgo
El principal factor de riesgo es la hipertensión arterial que puede desencadenar un infarto cerebral, por ello, es muy importante el control de la presión arterial de forma estricta.
“No es suficiente saber que sufro de presión arterial, llevar mi medicamento a casa y tomarlo sin control. Es necesario tomar la medicación y medir la presión para ver si es suficiente”, sostuvo.
Otros factores detonantes son la diabetes, colesterol alto, sedentarismo, una mala nutrición y el consumo de tabaco y alcohol.
“En la zona sur del Perú, en Ica y en Pisco, esta afección tiene un poco más de incidencia en la raza negra. Es más difícil controlar la presión arterial en esta población, por ende, tienen mayores complicaciones a lo largo de su vida”, comentó la especialista.
Por otra parte, indicó que controlar estos factores de riesgos no solo ayudará a prevenir el infarto cerebral, sino también la demencia.
Recomendaciones para prevenirlo
Si ya ha tenido un accidente cerebrovascular o está en riesgo de tener uno, puede tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para controlar los factores de riesgo:
– Controlar la presión y el colesterol
– Evitar el sedentarismo
– Reconocer rápidamente los síntomas
– Comer saludablemente
– Hacer ejercicio regularmente
– Manejar el estrés
– Evitar el consumo de tabaco y alcohol (Andina).