El presidente de EcuadorGuillermo Lasso, decidió este 17 de mayo disolver el Congreso en medio del juicio político en su contra. Se amparó en el artículo 148 de la Constitución Política del país, el cual dice que tiene la potestad de cerrar la Asamblea Nacional mediante la figura de la muerte cruzada. La decisión fue comunicada mediante los canales oficiales de su Gobierno y transmitida en un mensaje a la nación.

«Hoy es un día en el que tengo la obligación de dar una respuesta a la crisis política que tiene entrampado al Ecuador, escuchando a ustedes, a los mandantes, a los ciudadanos que son los reales depositarios del poder. Ciudadanas, ciudadanos, ante ustedes compadezco para decirles que no es posible avanzar, resolver los problemas de las familias ecuatorianas, enfrentar los profundos desafíos a los que nos somete la inseguridad y el terrorismo con una Asamblea que tiene como proyecto político la desestabilización de la democracia», dijo en televisión abierta.

Lasso alegó un supuesto obstruccionismo del Parlamento. «A diferencia de períodos anteriores, se han planteado numerosos juicios políticos a ministros y secretarios de Estados y autoridades de control», fundamentó. A la fecha, la Asamblea Nacional quiso interpelar 14 veces a funcionarios, pero solo logró citar a cinco de ellos. Para el mandatario, eso devino en «crear circunstancias de inestabilidad administrativa que demuestra un afán de desestabilización contrario a la obligación de colaboración y coordinación entre entidades públicas y poderes del Estado prevista en la Constitución».

Durante seis meses, presidirá la nación mediante decretos ley. Luego, se convocará a elecciones generales para «un nuevo pacto político y social».

Por: Sebastian Meza

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