Doble rasero. Políticos que buscaron destituir a presidentes sin considerar la elección popular, ahora invocan a la “estabilidad” para rechazar cualquier posibilidad de que se vaya Boluarte, a pesar de las muertes en la represión del Gobierno y los indicios de corrupción que se incrementan. Destacan las bancadas del fujimorismo, APP, Renovación y Avanza País.

Varios políticos que impulsaron vacancias contra otros presidentes ahora con Dina Boluarte, en pacto de facto entre Ejecutivo y grupos dominantes del Congreso, invocan una presunta gobernabilidad para rechazar cualquier posibilidad de destituirla, a pesar de las decenas de muertes en la represión de protestas ciudadanas y los indicios de corrupción en aumento.“Esperamos que la presidenta Boluarte aclare ante la opinión pública esta situación que no solo opaca su gestión, sino que otorga espacio a voces oportunistas que exigen vacancia sin perjuicio de la inestabilidad a la que someten a nuestro país”, dijo Fuerza Popular en un comunicado el último 30 de marzo.

De este modo, el partido que comanda Keiko Fujimori confirmaba que no apoyaría un pedido de remoción contra Boluarte. Sin embargo, tres años antes, cuando Pedro Castillo apenas había superado tres meses y medio en el poder, se sumaron a la primera intentona vacadora del actual Congreso. Además, desde el conteo de la votación popular, los fujimoristas y sus aliados de la derecha no reconocían que fue elegido democráticamente.

“Se trata de principios y convicciones. En Fuerza Popular creemos que este gobierno (de Castillo) viene demostrando una permanente incapacidad para conducir el país. Por ese motivo, la bancada Fuerza Popular ha decidido firmar la moción de vacancia presidencial”, comunicó Keiko el 19 de noviembre del 2021, contra un gobierno de tres meses y 22 días.Años antes, incluso, con otro Parlamento, entonces con apabullante mayoría fujimorista, la lideresa de los naranjas pedía la salida del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski.

“Ante esta situación tan compleja en la que hay serios cuestionamientos de corrupción contra el presidente de la República, creo que debe dar un paso al costado. (…) Yo creo que Pedro Pablo Kuczynski debería renunciar”, afirmó en marzo del 2018 en un programa televisivo de ATV, cuando el mandatario era investigado por consultorías a la empresa Odebrecht. El jefe de Alianza para el Progreso (APP), César Acuña, hoy gobernador de La Libertad, pasó de una voluntad vacadora con Castillo a priorizar una “gobernabilidad” con Boluarte.

“Hay congresistas que se acostumbraron al Congreso y más que pensar en el país, piensan en su sueldo (…). Si yo fuera congresista, primero estaría la vacancia”, dijo en octubre del 2022, cuando se buscaba destituir a Castillo por una retahíla de denuncias periodísticas e indicios de corrupción de su gobierno. Ahora, el apepista alega alto costo de una remoción y que “es una irresponsabilidad”.

Un contraste muy evidente se vio en el legislador Jorge Montoya, de Renovación Popular. En noviembre del 2021, anunció que su bancada se adhería a la primera moción de destitución contra Castillo porque “no estamos en contra de ninguna medida que se haga para tratar de ordenar la situación política del país”. Ahora aduce que “la vacancia (a Boluarte) es lo peor que le puede suceder al país” y que “no hay necesidad de apurar las cosas de una manera que no conviene por la estabilidad del país”.

El presidente de su partido, Rafael López Aliaga, hoy alcalde de Lima, ya había marcado el trayecto. “Tenemos que empezar de cero otra vez. Yo estoy promoviendo la vacancia (…) porque ese señor no merece estar allí”, espetó sobre Castillo en octubre del 2021, cuando aún ni cumplía tres meses de presidente. Hoy, con Boluarte, arguye: “Tengo una posición muy clara. Los problemas del Perú son la inseguridad ciudadana, la falta de inversión, el hambre y la corrupción. Yo espero que la Fiscalía investigue rápidamente y determine la culpabilidad o no”. Es decir, no considera una vacancia.

La congresista Patricia Chirinos, de Avanza País, fue la primera en armar una moción de vacancia contra Castillo en noviembre del 2021 aduciendo que no se puede “hablar de una gobernabilidad que no existe con un presidente incapaz de distinguir entre el bien y el mal”, soslayando su pasado ligado a grupos corruptos del Callao. Ahora, cuestiona el allanamiento de la Fiscalía a la casa de Boluarte al calificarlo de “show mediático para desviar la atención”.

Las bancadas de Fuerza Popular, APP, Renovación y Avanza País resaltan por este doble rasero para querer o no vacar a quien ocupa la presidencia, según sus intereses particulares.

El parlamentario Edward Málaga, no agrupado, que promovió la vacancia contra Castillo, también destaca por la tolerancia a Boluarte.

Mientras, sostienen a alguien que desechó la opción con que ganó la elección para gobernar con quienes fueron rechazados por el país.

La política como una simulación

Antonio Zúñiga, politólogo y profesor (PUCP y UARM)

Las interrupciones de los mandatos de los presidentes fueron motivadas por acusaciones de corrupción (Kuczynski, Vizcarra y Castillo) o por la represión en las protestas sociales (Manuel Merino). Sobre el actual Gobierno, después de que el Congreso no haya mostrado su oposición al ejecutivo por las decenas de muertos en las protestas pareciera que ese motivo no será uno de los que provoque la dimisión o vacancia de la presidenta en el futuro.

Los presidentes acusados de corrupción (Kuczynski, Vizcarra y Castillo) tenían una relación conflictiva con el Congreso. No es el caso de Boluarte. La alianza con la mayoría de bancadas no es tan precaria, por lo que tampoco es improbable que Boluarte termine su mandato. El blindaje de los congresistas hacia la presidenta aduciendo la gobernabilidad del país es un episodio más de la política como simulación, no muestran sus verdaderos intereses. Sin embargo, esta relativa estabilidad política no necesariamente favorecerá a la gobernabilidad.

Por:  David Pereda

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