Un escándalo de proporciones épicas sacudió al Estado Peruano. La organización criminal ‘Los Charlis de Morropón’, liderada por Mily del Pilar Chávez Maza, alias ‘Pilimily’, estuvo operando de manera subrepticia para desviar millones de soles a través de una sofisticada red de fraude que involucra al Banco de la Nación y al Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec).


Esta investigación, encabezada por la Dirección General de Inteligencia (Digimin) del Ministerio del Interior, revela un entramado de corrupción y fallas en la seguridad informática que permitió a esta mafia operar impunemente desde 2008.


La red criminal había establecido un estudio fotográfico frente a una sede del Reniec. A través de engaños, captaban a personas que necesitaban duplicar su Documento Nacional de Identidad (DNI), cobrándoles 35 soles por el trámite.


Utilizaban la aplicación Págalo Ya con tarjetas sin fondos para generar vouchers falsos que luego presentaban en el Reniec, donde una cómplice validaba los documentos a pesar de que nunca se pagó al Banco de la Nación. Así, el dinero iba directamente a los bolsillos de los delincuentes.


La operación policial, encabezada por el comandante de contrainteligencia Tito Arroyo Rojas y el fiscal provincial Jorge Luis Zamora Zamora, desmanteló esta organización.


En flagrancia, capturaron a varios miembros de la banda, incluyendo a la funcionaria del Reniec, Brescia Moncada Carreño, quien validaba los vouchers falsos.


Durante los allanamientos, se encontraron lujosas propiedades construidas con el dinero ilícito en Morropón, Piura, lo que evidenció la magnitud del fraude. En total, se estima que el robo asciende a 420 millones de soles.


Erick Iriarte, abogado especialista en derecho digital, explicó que el problema radica en la falta de coordinación y seguridad en los sistemas estatales.


La brecha en la seguridad permitió a los delincuentes operar sin ser detectados durante años, aprovechando accesos legítimos o datos obtenidos de manera fraudulenta.


El escándalo ha desatado una ola de críticas hacia las entidades involucradas. A pesar de los intentos de comunicación, ni el Banco de la Nación ni el Reniec ofrecieron una respuesta adecuada.


Un comunicado del Reniec reconoció la detención de Moncada Carreño y prometió colaborar con las autoridades, pero la jefa nacional Carmen Velarde permaneció en silencio, en medio de acusaciones de liderar la peor gestión de la institución.


Este fraude millonario no solo pone en evidencia la corrupción y la incompetencia en las altas esferas del Estado Peruano, sino también la urgente necesidad de reformar y fortalecer los sistemas de seguridad informática.


Según fuentes de la Digemin, este tipo de fraude podría estar replicándose en otras entidades estatales, lo que subraya la magnitud del desafío que enfrenta el país en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado, según informó Contracorriente.


Por Fernando Tapia

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