En la madrugada del sábado 18 de enero, un incidente en la frontera entre Perú y Chile desencadenó una serie de gestiones diplomáticas y operativas. Tres suboficiales de la Policía Nacional del Perú (PNP) fueron detenidos por una patrulla militar chilena tras cruzar la línea fronteriza en una región poco iluminada y de difícil acceso, cercana a los hitos 67 y 69. Los agentes realizaban labores de vigilancia y patrullaje en la región altoandina de Tacna cuando, aparentemente, se desviaron de su ruta asignada debido a la falta de dispositivos GPS en sus vehículos.
El caso involucró a los suboficiales de tercera Uriel Augusto Ticona Quispe, de primera Jonathan Calcina Concha y de segunda Jimmy Dioses Rojas, quienes se encontraban a bordo de un patrullero con placa de rodaje KP-26288. La falta de orientación en una zona compleja llevó a que los agentes peruanos cruzaran involuntariamente hacia territorio chileno, lo que fue percibido como una violación territorial. La patrulla militar chilena intervino a los efectivos y los trasladó a un retén en la zona del Tacora, antes de entregarlos a Carabineros.
La carencia de tecnología en las operaciones fronterizas
Tras la intervención, los tres suboficiales fueron puestos a disposición de las autoridades chilenas, generando una rápida respuesta por parte del Gobierno Peruano. La Cancillería inició coordinaciones con su contraparte chilena para garantizar el retorno de los efectivos y evitar complicaciones legales. El jefe de la Región Policial Tacna, general Arturo Valverde Inga, confirmó que los agentes fueron liberados el domingo 19 de enero y entregados a las autoridades peruanas sin cargos pendientes en Chile, gracias a las gestiones diplomáticas.
Sin embargo, el vehículo policial y un fusil FAL que portaban los suboficiales permanecieron retenidos en la ciudad de Arica. Según declaraciones del general Valverde, se espera que estos equipos sean devueltos entre el lunes y el martes siguientes, en cumplimiento de los acuerdos alcanzados entre ambos países.
Consecuencias y acciones inmediatas
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Tras su retorno, los tres suboficiales fueron removidos de sus cargos mientras Inspectoría de la Policía Nacional lleva a cabo una investigación interna. El objetivo es esclarecer los detalles del incidente y determinar si hubo negligencia o incumplimiento de protocolos por parte de los agentes involucrados.
La frontera entre Perú y Chile, particularmente en las áreas altoandinas, presenta condiciones complejas que dificultan las tareas de vigilancia. La escasa iluminación, el terreno irregular y las bajas temperaturas son solo algunos de los desafíos que enfrentan los efectivos policiales asignados a estas zonas.
Defensoría del Pueblo refuerza acciones en la frontera
Con el objetivo de fortalecer la protección de los derechos humanos en zonas de frontera, la Oficina Defensorial de Tacna trasladó sus acciones al Complejo Fronterizo Santa Rosa. Durante la jornada, se brindó orientación legal, además se sostuvo reuniones con instituciones como Sunat, Migraciones y la Comisaría La Concordia para coordinar el seguimiento y la mejora de los servicios, que atiende diariamente a cerca de 15 mil ciudadanos nacionales y extranjeros.
Asimismo, se realizaron gestiones conjuntas con actores humanitarios como la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Además, se llevaron a cabo dos monitoreos en la línea de La Concordia, donde se identificó la presencia de entre 50 y 80 personas refugiadas y migrantes en el lado chileno de la frontera, evidenciando la necesidad de garantizar atención humanitaria y monitoreo constante.
La Defensoría del Pueblo reafirma su compromiso con la población migrante y refugiada a través de frecuentes acciones de supervisión. La cual no solo permiten la defensa de los derechos de las personas en situación de movilidad, sino que también actúan como un mecanismo disuasivo frente a delitos como la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes.
Por: Jazmine Angulo