Pabellones a punto de colapsar convertidos en almacenes de inodoros, con paredes carcomidas por la humedad, techos destrozados, pisos rotos y sin servicios higiénicos; miles de alumnos soportando hasta 36.2 °C de sensación térmica en viejos módulos educativos; esa es la realidad que enfrentarán 1’413,000 escolares que volverán a clases el próximo 17 de marzo.Según información entregada por el Ministerio de Educación (Minedu) a Perú21, un total de 27,937 colegios públicos del país están en “muy mal estado”; es decir, deben ser reconstruidos con urgencia, pues el riesgo de derrumbe es inminente. Sin embargo, el Estado, a través de los gobiernos locales y regionales, la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) y el Minedu, a través del Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied), van a paso de tortuga en la edificación de los mismos. Otros 15,520 colegios, que atienden a 3’846,000 estudiantes, se encuentran en “mal estado” —no tienen baños ni cercos perimétricos, entre otras deficiencias—, y 11,363, que acogen a 1’626,000 alumnos, requieren mantenimiento regular.

Para este año, la brecha en infraestructura educativa asciende a 164 mil millones de soles. Mientras, en lo que va del gobierno de Dina Boluarte se han entregado 92 colegios nuevos y para este año se espera contar con otras 44 escuelas Bicentenario y la construcción de 25 escuelas modulares.

ABANDONO EDUCATIVO

“Tenemos un problema latente en un pabellón de secundaria que fue declarado inhabitable por la municipalidad hace 12 años. A raíz de ello, el Pronied instaló módulos que debían tener una duración máxima de cinco años, pero que, hasta la fecha, siguen funcionando pese a no cumplir condiciones dignas, pues las tablas de los pisos y paredes están levantadas y la parte eléctrica está en riesgo; tampoco hay ventiladores y los chicos sufren por el calor infernal”, declara Julio Espejo, director de la IE 107 Daniel Alcides Carrión García, en Santa Anita.

En esta escuela, el pabellón inhabitable se ha convertido en un depósito de inodoros, viejas computadoras, sillas y mesas en desuso. El colegio, que no tiene sala de profesores, ambientes para la fotocopiadora ni Educación Física, también presenta daños en las paredes y en los techos del laboratorio de Ciencias y la sala de cómputo.

“Lo peor de todo es que estamos en Lima Metropolitana, debería haber una atención inmediata del Ministerio de Educación, pero, a la fecha, no hay expediente técnico de la escuela. Estamos abandonados. No sabemos cuándo nos atenderán”, se lamenta el director.La situación no es mejor en la institución educativa 1285 El Amauta II, ubicada en Ate. Allí los alumnos llegan a soportar entre 27 y 30 °C de sensación térmica en las aulas prefabricadas. Los techos de calamina y madera hacen del lugar un verdadero horno, eso dificulta un buen aprendizaje por parte de los estudiantes. “Estas son condiciones infrahumanas”, refirió la vicepresidenta del Congreso, Patricia Juárez (Fuerza Popular), tras inspeccionar el local educativo.

Añadió que el titular del Minedu, Morgan Quero, será citado a la Comisión de Educación para que explique el plan de infraestructura e informe qué tareas ha emprendido y por qué la brecha es enorme. La legisladora no descartó que luego se presente una moción de interpelación. Mientras tanto, los niños seguirán esperando que las autoridades se acuerden de ellos.

Por: Cris Vílchez

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