Una cadena de decisiones políticas erráticas, impulsadas desde el despacho del ministro de Salud, César Vásquez, ha desembocado en un escandaloso gasto de más de 44 millones de soles por la compra de suero fisiológico a precios que cuadruplican el valor de mercado.

Esta adquisición, que compromete fondos públicos de manera directa, es consecuencia de una gestión ministerial marcada por la improvisación y una preocupante desconexión con las verdaderas necesidades del sistema sanitario nacional, que incluye mantener el cierre injustificado de las plantas del laboratorio de Medifarma, que abastece más del 90% de los sueros del país y fabrica más de 400 productos médicos.

El núcleo del problema no es técnico, ni logístico. Es político. La falta de planificación y la incapacidad del ministro para liderar con solvencia una política nacional de abastecimiento han generado una crisis artificial de desabastecimiento, que terminó forzando compras millonarias a precios fuera de toda proporción. Así lo revelan documentos oficiales, cuadros comparativos y rutas del proceso disponibles en los sistemas públicos de transparencia.

COSTOS
El frasco de un litro de suero fisiológico, insumo básico en hospitales y centros médicos, fue adquirido a S/12.79 por EsSalud a la empresa ecuatoriana Máster Medical, pese a que el precio referencial técnico consignado en el expediente de licitación era de apenas S/2.98, según información oficial extraída del Portal de Transparencia de la entidad encargada.

Es decir, se pagó más de cuatro veces el valor previsto por unidad, lo que culminó con una compra por más de 44 millones de soles (14 millones de dólares).

¿La razón? El Ministerio de Salud, sin sustento técnico claro, genera un desabastecimiento inminente, causando presión sobre las entidades ejecutoras para adquirir volúmenes masivos con carácter urgente.

MINISTRO RESPONSABLE
Desde su llegada al ministerio, César Vásquez ha desarticulado equipos técnicos clave, reemplazándolos por funcionarios sin experiencia suficiente o con vínculos políticos.

Esta reorganización interna ha provocado que áreas como la planificación de compras, control de stock, distribución y evaluación de proveedores funcionen de forma descoordinada.

En el caso del suero fisiológico, las consecuencias han sido inmediatas: una compra millonaria sin respaldo técnico, con precios elevadísimos y productos que incluso ya existían en almacenes del propio sistema de salud. La adquisición incluye no solo frascos de un litro, sino también de 500 ml y 250 ml, presentaciones sobre las que ya se contaba con provisiones suficientes, según informes internos.

CONTRATO
El contrato firmado con la empresa extranjera supera los 14 millones de dólares, según los registros del proceso. El frasco fue adquirido con entrega solo hasta el puerto del Callao, lo que significa que el precio pagado no incluye los costos de distribución nacional, que serán asumidos posteriormente por el sistema sanitario. El precio final por frasco, una vez distribuido en provincias, podría superar los S/13.50 o incluso más, dependiendo del punto de entrega.

SIN POLÍTICA SANITARIA
Expertos en gestión pública coinciden: lo que ocurrió con esta compra no es un fallo administrativo puntual, sino el reflejo de una política sanitaria dirigida sin planificación ni capacidad técnica por el ministro de Salud.

CRISIS
El caso del suero fisiológico comprueba una vez más que cuando las decisiones políticas se imponen sobre el criterio técnico, los resultados pueden ser desastrosos. En este caso, lo son en cifras: más de 44 millones de soles comprometidos, precios cuatro veces más altos que los previstos debido a una situación de desabastecimiento generada por el empecinamiento del ministro Vásquez de mantener el cierre de las plantas del laboratorio que abastece mayoritariamente en el país. (LA RAZÓN).

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