¡Hay nuevo campeón de la Eurocopa! España logró su cuarta historia tras vencer a Inglaterra 2-1 en una emocionante final disputada en el estadio Olímpico de Berlín.


Los goles de Nico Williams y Mikel Oyarzabal permitieron a la Roja alzarse con el trofeo, mientras que Cole Palmer mantuvo vivas las esperanzas inglesas con un tanto que casi fuerza la prórroga.


El primer tiempo de la final del torneo europeo transcurrió sin goles, marcado más por la tensión y la estrategia que por las oportunidades de gol. Ambos equipos se fueron al descanso sin poder romper el empate, con una única intervención destacada de Jordan Pickford ante un disparo de Fabián Ruiz.


España no pudo desplegar su característico juego ofensivo, a pesar de haber llegado a la final con un pleno de victorias en seis partidos. La selección inglesa, dirigida por Gareth Southgate, apostó por un planteamiento defensivo y esperó sus oportunidades al contragolpe, aunque apenas inquietó a Unai Simón.


La dinámica cambió en el segundo tiempo. España salió con las ideas claras y encontró el gol apenas dos minutos después del reinicio.


Nico Williams aprovechó una asistencia de Lamine Yamal y, con un potente disparo, superó a Pickford para adelantar a su equipo. El conjunto español recuperó su confianza y controló gran parte del juego, pero Inglaterra no se rindió.


El técnico inglés introdujo a Cole Palmer, quien sustituyó a Kobbie Mainoo, y el joven jugador respondió casi de inmediato.


En el minuto 73, Palmer igualó el marcador, devolviendo la esperanza a Inglaterra. La emoción se mantuvo hasta los últimos minutos del partido, con ambos equipos buscando el gol decisivo.


Finalmente, fue Mikel Oyarzabal quien decidió la contienda. Ingresado en el segundo tiempo en lugar de Morata, Oyarzabal anotó en el minuto 86, sellando la victoria para España con un tiro certero que dejó sin opciones a Pickford.


Al concluir el evento, toda la selección española levantó el trofeo de la Eurocopa 2024 y alcanzó la alegría y ovación de los hinchas en el estadio en Berlín.


Por Fabrizio Morán

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